miércoles, 1 de diciembre de 2010

Evitando la adicción por los plugins


Cuando llega la hora de procesar sonidos, recurrimos obviamente a los plugins, entre muchas otras herramientas que podamos tener.

Actualmente en el mundo del diseño y edición de sonido para medios visuales, no es muy recurrente la utilización de procesadores hardware. Tal vez es algo que en la música aún persiste y se mantiene en el mercado, pero en cuanto al diseño de sonido, trabajar "in-the-box" (todo dentro del DAW) es lo que mueve la parada. Igualmente, aún son utilizados algunos procesadores hardware incluyendo modulación, reverb, delay ecualizadores, compresores o herramientas como los generadores de armónicos dbx o procesadores de reducción de ruido.

Aunque el procesamiento hardware tiene sus bondades, las herramientas software que se ofrecen actualmente son maravillosas y brindan todo tipo de facilidades. Ante todo estabilidad, rapidez y potencia. Hoy en día podemos hacer en un minuto algo que hace unos años podía tomar horas.

Como en varias cosas en la vida, excederse es malo. Con los plugins también lo es… Al menos para mí. Hay personas que aman tener miles de plugins y efectos de todo tipo, otros prefieren tener las herramientas justas y necesarias, sin importar su cantidad, desarrollador o popularidad. Yo soy de ese segundo grupo. A continuación les diré por qué, y de paso comparto algunos consejos para manejar mejor tus plugins.

Tener 10 delays de diferentes marcas no te hará más único

A la hora de procesar, lo más importante es saber como hacerlo. Trata de conocer al máximo tus herramientas, y piensa más de dos veces a la hora de agregar un nuevo plugin a tu colección. Es mejor tener un sólo delay y dominarlo, que tener 10 y sólo saber mover de un preset a otro. A la hora de trabajar, lo que necesitamos son herramientas que dominemos y así saber que utilizar en cada ocasión.

Tener 10 delays de diferentes compañías no te hará mejor ni le dará más autenticidad a tu trabajo. Conozco gente que hace maravillas (literalmente) con los módulos de delay integrados en Pro Tools. La cuestión no está en tener todas las herramientas. Lo importante es saber sacarle el máximo provecho a lo que tienes, y procurar tener herramientas que cubran estrictamente tus necesidades.

Compara y analiza… ¿Me ofrece algo nuevo?

Antes de adquirir nuevos plugins infórmate bien, analiza sus funciones, los efectos que brindan, etc. Personalmente procuro comparar y analizar bien cada efecto desde su demo antes de adquirirlo y dejarlo en mi carpeta de plugins. No dudes en reemplazar. Si un nuevo plugin hace lo mismo que otro que ya tienes, pero agrega algunas otras funciones que crees te servirían, no dudes en reemplazarlo. No es necesario eliminar el plugin. Puedes dejarlo en una carpeta temporal donde estén los plugins que no utilizas.

Si es diferente al anterior, conserva los dos. Considero importante tener variedad, más no repetición de lo mismo. En mi lista de plugins trato de tener herramientas para cada tipo de trabajo.

Por ejemplo, tengo varios ecualizadores, cada uno para ciertas funciones. Aunque todos realizan en sí la misma labor, tienen diferentes prestaciones que los hacen únicos. Por ejemplo RenEQ agrega algo de color extra a las señales procesadas, y Q10 me ofrece gran flexibilidad a la hora de hacer filtros notch o prácticamente cualquier efecto drástico con un ecualizador. Ambos son ecualizadores, pero ofrecen un sonido y prestaciones diferentes.

La interfaz gráfica es lo menos importante

Yo sé que muchos aman las interfaces realistas, con gráficos perfectos, amigables, y lo que sea… Pero descartar un plugin simplemente por que se ve "feo" es algo totalmente ridículo.

No nos olvidemos que estamos creando sonido. Lo que importa es la calidad sonora del plugin y las opciones que nos ofrezca. Si suena grandioso, no debería importar si el ataque se varía con un potenciómetro con gráficos replica de Neve o si es un simple valor numérico. Valora los plugins por su sonido, no por su apariencia.

Tu oído antes que cualquier cosa

Muchas veces encontramos en los foros gente diciendo que tal plugin es una porquería, o que tal empresa desarrolla plugins malísimos, o excelentes. Todo ese tipo de opiniones son constructivas y es válido tenerlas en cuenta, pero nunca serán más importantes que tu propio juicio.

Los demos de sonido de las compañías tampoco son de fiar. Lo digo porque ya más de una vez he probado algún sinte o efecto bastante bueno, pero si vas a escuchar las demos de sonido en la página web del desarrollador te encuentras con material muy pobre.

No te bases únicamente en comentarios u opiniones para elegir o no un plugin. La mayoría de empresas ofrecen demos de sus productos, o bien muchos plugins son gratis, así que tómate un poco de tiempo para probar estas nuevas herramientas y que tu oído sea el encargado de elegir.

Años atrás NO tenían la tecnología actual

Finalmente os comparto algo que siempre me funciona como herramienta de motivación, y es recordar que años atrás no había la tecnología de ahora y lograban hacer maravillas, varias de ellas hasta mucho mejores de lo que tenemos hoy en día. Ahora nos la pasamos tanto concentrados en la infinidad de herramientas, en tener lo último, pero... ¿donde queda la creatividad?

Ben Burtt diseño el sonido de Star Wars en los 70, y los DAW comenzaron a aparecer en los 80, y no tenía la tecnología que tienen los micros de ahora, o la posibilidad de editar audio digital en cientos de pistas. Así que no es cuestión de plugins o del que tenga el mayor número de herramientas. Es cuestión de manejar a la perfección lo que posees y saber hacer maravillas con ello. Como alguna vez lo mencioné en este blog: La tecnología cambia, pero los procesos son prácticamente los mismos.

Espero que les sirvan de algo estos consejos. Es muy importante que conozcas a la perfección tus herramientas de trabajo, para así poder dejarle campo abierto a la creatividad e ir directo a expresar tus ideas. La adicción por los plugins no te hará mejor profesional. Calidad antes que cantidad.

viernes, 15 de octubre de 2010

5 tips para mejorar como diseñador de sonido


No considero que un sonido pueda a llegar a ser malo o bueno por si sólo. En general todos serían "buenos", ya que en este caso depende es del contexto donde se encuentre el sonido.

Hay varias cosas cosas que considero sumamente importantes para lograr un diseño de sonido óptimo, que sea fiel a la historia, a la emoción, a la imagen en general. A continuación les comentaré cinco tips que te podrán ayudar a mejorar como diseñador de sonido, bien sea si estás comenzando o si ya trabajas en esto todos los días.

1. Tu labor principal es vender la idea

Cuando se hace una película, se desea vender una o muchas ideas. Una historia, una trama, unos personajes, una emoción, en fin. Tu trabajo como diseñador de sonido es serle fiel a todos los componentes del proyecto, no simplemente a la parte visual. Recuerda que eres el encargado de darle vida sonora a toda la historia. Y como dice Tomlinson Holman:

"La historia va primero. Si funciona, entonces rompe las reglas"

2. Lo mas importante es saber elegir

Es algo complicado, toma tiempo y lo considero como la virtud más grande que puede tener un diseñador de sonido: saber elegir; tanto el sonido, como el proceso, y el momento indicado. Es importante pensar en el futuro sonido o secuencia que crearás, pero más importante que eso, piensa muy bien de que sonido puedes partir y como piensas procesarlo para llegar a tu objetivo.

En este mundo del diseño de sonido no hay muchas reglas o procesos que debas seguir obligatoriamente, pero te recomendaría tomarte un tiempo prudente para analizar y elegir bien las fuentes sonoras que utilizarás para tu creación. Es la fase inicial de creación de cualquier sonido nuevo, así que dale la importancia que se merece. Con el tiempo podrás adquirir mayor rapidez y ganar mas creatividad a la hora de elegir los elementos para cada sonido y los momentos indicados para estos.

3. No exageres en procesos o capas

A la hora de procesar, no trates de realizar cadenas inmensas de efectos, o procesar de forma excesiva. Ten en cuenta varios caminos para llegar a un sonido, y trata de hacerlo lo más preciso y simple posible. Si bien habrá momentos donde requieras de procesos extensos, es importante conservar simplicidad a la hora de crear. Estudia bien los plugins y efectos que utilices, y trata de perfeccionar tu uso de estos.

Además, cuando estés creando un sonido con varias capas, trata de limitarte lo más que puedas y no exagerar agregando sonidos innecesarios. Descifra lo que tu trabajo necesita, y trata de encontrar los elementos indicados, donde cada uno aporte algo único según las características del momento.

4. No te olvides del conjunto

Recuerda que cada sonido puede sonar muy bien por sí solo, pero si no funciona en una secuencia o junto a otros sonidos, no servirá de mucho. A la hora de crear varios sonidos, ten presente que harán parte de un conjunto, y que debe existir total armonía en estos, para así lograr resultados más satisfactorios.

5. No te quedes con lo que ya está. ¡Experimenta!

Lo sé. Es fácil decirlo pero no igual de sencillo de llevar a la práctica, pero experimentar es esencial. Libera tu mente en todo proceso y decisión creativa. Cuando elijas un sonido, no tomes sólo la fuente más obvia. Trata de detallar las características del sonido o secuencia que necesites crear, y así buscar fuentes de todo tipo, experimentar con otras, grabar sonidos de cualquier clase y probarlos, combinar sonidos de sintes, procesar de formas no convencionales, etc. Te llevarás grandes sorpresas y conseguirás sonidos bastante únicos.

En los próximos días pienso ampliar varios de estos conceptos. Si hay algo en especial que desees saber... ¡No dudes en comentármelo! :D

viernes, 9 de julio de 2010

El desconocido arte del Foley

En el post anterior y en varias ocasiones en el foro he visto diversas inquietudes con respecto al fantástico mundo del Foley. Pues bien, a continuación les traigo un artículo dedicado a la explicación de este desconocido arte.

Digo desconocido simplemente porque muchas personas no saben de su existencia, o bien no comprenden para lo que sirve el foley. Arte porque es toda una forma de expresión, basada en comunicación mediante sonidos de objetos y movimientos.

¿Qué es Foley?

El arte del foley consiste en recrear -en sincronización con la imagen- todos los sonidos naturales, cotidianos y propios de personas y objetos. Esto incluye prendas, pasos al caminar, objetos en superficies, sonidos de movimientos de animales, entornos, y cualquier objeto común que deba sonar en en una obra audiovisual.

Los sonidos que se escuchan en la película no son en su mayoría los que suenan en las grabaciones de sonido de directo (en el rodaje). Estos sonidos son recreados en post-producción en un estudio de Foley, con el fin de ofrecer detalles, limpieza, exactitud y calidad a la hora de escuchar los sonidos de la obra.

¿Quién lo realiza?

La persona encargada de recrear todos los movimientos, elegir los materiales, y actuar sincronizado al video, se conoce como "Foley Artist" (artista foley). Un artista foley es similar a un músico, pero en vez de tocar instrumentos, este se encarga de manipular objetos y su propio cuerpo para recrear sonidos. El término de "artista foley" fue creado por Jack Foley, una de las figuras más influyentes en la historia del cine sonoro y responsable del nacimiento del arte del foley y sus principales técnicas.

Por lo general, hay una persona encargada de grabación (Foley Recordist) y selección de los reels (tomas en video) en secuencia. Dependiendo de la cantidad de material grabado mediante foley, se requieren varios editores, encargados de realizar cortes y sincronizaciones específicas de los elementos. En ciertas producciones suele aparecer un supervisor o artista foley líder, que se encarga de realizar todo el proceso de dirección de la producción de foley.

¿Por qué se realiza?

Existen varias razones por las cuales se graban sonidos foley:

  • Porque no es posible para un equipo de sonido de directo, capturar perfectamente todos los sonidos que aparecen en una escena. Este equipo está encargados totalmente del diálogo, mas no estarán siguiendo a los personajes para grabar sus pasos o van a tener un micro dedicado al espadachín para grabar sus armas.
  • Aún si quisieran hacerlo, el ruido de fondo en el rodaje, la distancia que les tocaría tener, las características del lugar, y el restod e sonidos que se producen en el momento, no les permitirían obtener buenos resultados
  • Otra razón es darle más vida a los sonidos. Muchos no suenan originalmente como se desea que suenen en la película. Muchas veces los sonidos que se escuchan no son exactamente los sonidos de los objetos en pantalla. Son objetos diferentes que otorgan cualidades específicas, deseadas para la obra
  • La ventaja de poder controlar detalladamente cada uno de los sonidos de una obra y así poder manipular capas de ambientes, efectos sonoros, pasos, sonidos varios, etc...

¿Donde se realiza?

Por lo general, los sonidos foley se graban en estudios dedicados, normalmente espacios amplios llenos de materiales y accesorios de todo tipo. Se tiene también un tratamiento especial en la superficie, donde se ubican zonas cuadradas conocidas como pits, cada una construida en un material diferente, especial para recrear sonidos de los personajes (movimientos, pasos al caminar, etc) en diferentes entornos, como cesped, arena, baldosas, suelo de cemento, etc.

Los estudios de foley son cuartos totalmente aislados de ruido y con un tratamiento acústico que permita eliminar todo tipo de reverberaciones creadas por la sala. De este modo los sonidos son capturados sin ningún tipo de coloración y conservando la mayor originalidad y realismo posible. De esta manera se podrán tratar mucho mejor en el proyecto

A parte de los pits, suelen haber muchos cajones y cajas llenas de materiales de todo tipo con los cuales se recrean los sonidos, muchos incluso muy diferentes a lo que se ve en la película. Un ejemplo claro de esto es la recreación de los pasos de un caballo, utilizando cocos divididos, o la creación de truenos utilizando una lámina de metal. Estos compartimientos guardan desde puertas, sillas y vidrio, hasta cámaras fotográficas, prendas, zapatos, herramientas, y muchos accesorios más.

Dependiendo de la producción, el foley puede trasladarse a lugares específicos, como por ejemplo en la película "La habitación del pánico", donde la mayoría de los pasos de los personajes fueron grabados directamente en la casa donde se rodó la película, con el fin de obtener caracterísiticas especiales en los sonidos y disponer de una relación directa con lo que se escuchará en la película.

¿Cómo re realiza?

El equipo de foley recibe por lo general una hoja de trabajo, donde se describen todos los sonidos necesarios para grabarse mediante foley en cada uno de los reels, con su respectiva información de timecode y detalles extra.

Posteriormente son trabajados todos los reels, y todo el material sonoro necesario es grabado con actuación de los artistas en tiempo real. Generalmente se graba directamente a un DAW donde se realizará la posterior edición. Luego todo pasa a la parte de editorial general, donde se completan cortes, sincronizaciones específicas, culminando así el proceso.


miércoles, 26 de agosto de 2009

Monitores de estudio: ¿sonido agradable o sonido preciso?


(Por Fabio García) Como músicos o como propietarios de un estudio casero muchas veces nos encontramos ante disyuntivas en el momento de adquirir un nuevo instrumento o equipo para nuestra tarea. En ocasiones buscamos opiniones o consejos, intentando escuchar a usuarios que manifiestan su parecer ante un determinado equipo; pero al fin de cuentas es el propio comprador el que debe decidir utilizando su análisis.

Uno debería preguntarse si está realmente preparado para adquirir un determinado modelo, o mejor dicho, para realizar una evaluación. De no estar preparados, se corre el riesgo de llegar a un veredicto incorrecto.

Después de charlar con usuarios de diferentes modelos de monitores llego a la conclusión de que no existe el monitor de compra obligada para lograr buenas mezclas.

¿Cuál es el mejor?
Los avisos de los fabricantes cuentan las bondades de sus modelos, y muestran gráficos comparativos que señalan el desempeño de sus monitores contra los modelos de la competencia, como si eso asegurara el éxito de un producto.

En cuestión de gustos; ¿tiene sentido intentar explicar a un consumidor por qué razón, por ejemplo, un vino es “mejor” que otro? ¿Tiene sentido intentar explicar por qué un artista es “mejor” que otro? Por supuesto que no.

Cada consumidor decide qué le gusta y no se detiene a pensar por qué, simplemente le gusta. Lo mismo debería suceder con los propietarios de estudios caseros; y digo ‘debería’ porque gran cantidad de personas compran un determinado modelo de monitores porque leyeron una crítica o un reportaje a un ingeniero famoso que alaba el desempeño de un monitor.

Las críticas y reportajes siempre deben ser considerados dentro de un contexto. ¿Cuál es ese contexto? Precisamente, nuestro trabajo, nuestra sala; en definitiva, nuestra propia opinión.

Por motivos de época, no tuve la oportunidad de probar mezclas en los famosos monitores NS-10 de Yamaha, por lo tanto no puedo dar mi subjetivo punto de vista o de audición sobre su desempeño; no obstante mi interés no es criticar a estos monitores NS-10, sino defender al usuario contra los embates de los técnicos que intentan convencerlos de ciertas razones.

Muchos usuarios manifiestan que nunca hubieran utilizado los NS-10 para escuchar música en sus hogares. La referencia hacia un sonido brillante, filoso, molesto, hace que su aplicación como parte de un sistema Hi-Fi no resulte acertada. Sin embargo, casi todos esos usuarios comentan que los NS-10 son/fueron una herramienta muy precisa en el estudio, capaz de indicar con claridad dónde existen puntos de conflicto en una mezcla.

Es muy probable que si los NS-10 hubieran tenido su presentación en el mercado durante estos días, muchos usuarios los habrían descartado inmediatamente haciendo referencias a un sonido filoso. Evidentemente, habrían cometido un error, debido a no aplicar un análisis más detenido.

Sistemas complementarios
Al igual que muchos usuarios, trabajo mis mezclas con dos sistemas de monitores. La mayoría del trabajo se realiza con un sistema 2.1 que me permite conseguir una respuesta confiable en ambos extremos del espectro de frecuencias.

Antes de finalizar la mezcla la escucho en otro sistema que posee altavoces de 8” sin subwoofer, y que se especializa en hacer notar cuando el rango medio se encuentra un tanto exagerado. Es una herramienta ideal para saber, por ejemplo, cuando el tono de las guitarras tiene un sonido nasal. Si sucede eso, vuelvo a la mezcla y ajusto un poco las guitarras.

Se podría preguntar ¿por qué no trabajar directamente con el segundo sistema? La respuesta es sencilla. Sucede que el segundo sistema, aunque dispone de woofers de 8”, no ofrece una respuesta de graves como la que ofrece el primer sistema (gracias a su subwoofer). Por lo tanto, me parece mucho más confiable trabajar la mezcla con el sistema 2.1 y luego probar su comportamiento en el sistema complementario para revisar la respuesta general.

Por supuesto que existen monitores con una respuesta en graves mejor que la que posee mi sistema de 8” pero, en mi caso, esa carencia se compensa con la utilización del sistema 2.1.
El sistema de 8” ofrece un sonido plano, que no resulta atractivo. Si escucho un recital utilizando estos monitores, confieso que el sonido es aburrido y apagado… en definitiva plano. Pero ese no es su trabajo. Su función no es sonar bien, sino decir la verdad.

¿Qué deberíamos buscar en un monitor?
Podemos mencionar que existen monitores para diferentes aplicaciones. Durante la etapa de grabación podemos dejar de lado un tanto la precisión para dar más lugar a la presentación. Por ejemplo, cuando estamos grabando una guitarra y el músico se encuentra presente en la sala de control, el sonido que escucha debería inspirarlo – quizá con un detalle de graves más notorio – en lugar de deprimirlo al notar una diferencia muy marcada con el sonido de su amplificador.

La grabación no presenta problemas de balance. Ante cualquier discrepancia, lo más sencillo es anular cualquier pista que ocasione inconvenientes o molestias para el músico o para el bosquejo de mezcla utilizado para realizar la grabación.

En cambio, durante la mezcla es necesario contar con precisión, con un sistema confiable que le permita al responsable de la mezcla saber que su trabajo se escuchará bien en cualquier medio de reproducción.

Un buen monitor no es necesariamente aquel perteneciente a una determinada marca y que tiene un costo equivalente al de un portaaviones, o uno que se escucha lindo. Un buen monitor es aquel que es capaz de hacernos escuchar qué está sonando mal.

Si sólo creemos que las mezclas se deberían escuchar de manera agradable, estamos equivocados. Necesitamos precisión y balance para que la respuesta en frecuencia que obtenemos sea confiable, y para poder transferir el resultado a cualquier sistema de audición esperando una respuesta adecuada al medio.

En ocasiones el usuario encuentra consuelo o refugio en la idea que expresa que si los CDs que escucha utilizando sus monitores se oyen bien, también le permitirán crear buenas mezclas; al fin de cuentas si esos CDs suenan bien, será posible crear mezclas precisas. Si bien, parte de ese acercamiento podría interpretarse como correcto, lo cierto es que se está dejando de lado un factor muy importante: los CDs comerciales ya están mezclados y masterizados, seguramente por profesionales altamente capacitados, para obtener la mejor respuesta en todo tipo de sistema. En cambio, la música que mezcla un usuario nunca abandonó su sala y por lo tanto podría estar siendo engañado, existiendo muchas posibilidades de error al cambiar de ambiente o sistema de reproducción.

Veamos esto con un ejemplo. Supongamos que estamos escuchando un CD comercial en un determinado sistema de monitores que no posee una respuesta de bajos precisa. Lo que oímos nos agrada, y ofrece una respuesta balanceada. No olvidemos que el CD comercial ya está mezclado y masterizado para lograr la mejor respuesta de acuerdo al sistema utilizado.

Posteriormente, escuchamos nuestra mezcla final y también notamos una respuesta balanceada y un sonido agradable. Podríamos suponer que hemos finalizado el trabajo.
Pero, ¿qué sucede cuando escuchamos el CD comercial y nuestra mezcla, por ejemplo, en un sistema PA? Seguramente, el CD comercial se escuchará con una excelente respuesta de graves, pero en cambio nuestra mezcla se escuchará muy débil, debido a la imprecisa respuesta de graves del sistema de monitoreo original.

La prueba para una mezcla consiste en reproducirla en varios sistemas y que en todos ofrezca una respuesta adecuada. Si la mezcla pasa esa prueba, se puede confiar en los monitores.

No hay que olvidar un elemento fundamental: la sala.

La sala en donde trabajamos destaca ciertas frecuencias y atenúa otras. Su influencia sobre la música es, en cierto modo, similar a la influencia de los monitores.

No obstante, en lo referente a la sala, podemos alterar esa influencia. Agregando determinados materiales o elementos, o en casos más extremos, cambiando la posición de algunas paredes o el ángulo del techo, alteramos la influencia de la sala sobre el audio.

Por supuesto que antes de tomar medidas extremas con la sala se debe hacer un análisis del ambiente. Cada usuario puede adquirir alguno de los paquetes de medición y solución disponibles en la actualidad para lograr ajustar la respuesta de su ambiente de trabajo hasta acercarla a la ideal.

Estos productos combinan grabación empleando micrófonos normalizados, con funciones de análisis de la señal obtenida, aplicando, posteriormente, ecualización de compensación.

Por último…
Aquellos que en algún momento adquirieron monitores de estudio, seguramente buscaron opiniones en foros, sitios de Internet de fabricantes, y preguntando a colegas.

También, seguramente, habrán notado que en muchos casos algunos usuarios recomiendan un monitor, e inmediatamente otros usuarios comentan lo contrario. Hay variedad de monitores, y en consecuencia variedad de opiniones. Lo importante es aprender a decidir por experiencia propia.

Me atrevo a sugerir a quienes están con ganas de cambiar de monitores, especialmente, aquellos usuarios con poca experiencia, a esperar un tiempo y a proceder con un análisis más detenido de la respuesta del sistema actual. Tal vez agregando un subwoofer los resultados serán más acertados.

Es cuestión de no apresurarse a comprar un monitor, simplemente, porque alguien dice que es preciso, acertado, potente y que posee las mejores características. Es probable – y totalmente válido – que para llegar a encontrar el monitor adecuado para cada usuario haya que pasar por algunas etapas intermedias de trabajo con diferentes sistemas. La experiencia que se logra mezclando y mezclando es nuestra mejor amiga para decidir cuál es nuestro mejor monitor.

MusicA

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